Los extintores de halón se emplean principalmente para combatir los incendios de la clase “B” y “C”. Consiste generalmente en un cilindro muy similar a los extintores de polvo químico seco, con manómetro y manguera de descarga.

El agente extinguidor se encuentra contenido en el cilindro, en estado líquido y a presión. Aunque ya de por si el agente tiene presión media de vapor de unos 3 Kg./cm2 a 21 grados, el cilindro se mantiene a alta presión por medio de nitrógeno para mejorar su funcionamiento. Al operar el extintor, la presión de vapor hace que el agente se expanda de tal manera que el chorro de descarga contenga una mezcla de gotas de líquido y de vapor. Tiene un alcanza de 3 a 6 metros que es una ventaja sobre los extintores de CO2 ya que la acción del viento no les afecta.